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miércoles, 29 de marzo de 2023

Ladrona

 El sol iluminaba la plaza del pueblo, cercana al puerto. Era un día normal de principios de verano, en los que uno se sienta a tomar un café y disfrutar del silencio o de la compañía, según se tercie. Lucía solía ir de compras y parar a medio día a tomar un café para despejarse un rato, ¿y quién no tiene derecho a ello? Aquel día no tenía ganas de conversación, solo de disfrutar del silencio, un bizcocho esponjoso de color caramelo que la cafetería ofrecía por voluntad, y el sol de mediodía.

Por desgracia para Lucía, seguramente no podría iba a poder hacer eso. Los primeros turistas acababan de llegar desde algún punto del centro de la península, y eso significaba dos cosas: ruido innecesario y falta de modales. En cuanto escuchó el acento del centro acompañado de esa soberbia mal disimulada, supo que necesitaría toda su fuerza de voluntad para poder ignorarlos y seguir disfrutando de su café, que a fin de cuentas era lo único que quería.

-Un café dalgona con leche de almendras, y rápido.

No sabía ni lo que había pedido, pero eso le daba exactamente igual. La señora rubia que había pedido ese café ni siquiera se había molestado en saludar a la camarera, una chica que estaba sacrificando sus vacaciones solo para ganar un poco de dinero. Esa actitud era lo que le revolvía el estómago. ¿Tanto costaba ser amable?

-Amanda -la llamó con una sonrisa-. Cuando tengas un momento cóbrame.

No sabía por qué a las personas les costaba tanto tener paciencia, saludar o dar las gracias. Era algo muy sencillo. A su entender, si uno tiene tiempo para sentarse en una terraza a tomar un café, también lo tiene para ser amable y comprender que el camarero tiene más cosas que hacer que atender a una sola persona.

Amanda, la camarera rubia con una graciosa peca encima del labio, no tardó en llegar con un vaso de café prácticamente blanco cubierto de crema de color tostado. A través de sus gafas de sol, Lucía miró impresionada esa bebida. Tendría que buscar en internet cómo hacerlo, si lograba recordarlo después.

Levantó la mirada al oír un chillido familiar, una gaviota estaba recorriendo la plaza con un delicado planeo. Agarró su bizcocho y se lo comió antes de que ocurriese lo que sabía perfectamente que acostumbraba a ocurrir, y siguió tomándose su café.

Entonces una risa molesta la hizo volver a la realidad otra vez, y miró a la turista. Ni siquiera le estaba prestando atención al café, tenía la cabeza pegada a un smartphone. Sonrió con picardía, sabía lo que estaba a punto de ocurrir en cuanto decidió dejar de lado el café y prestarle atención al teléfono.

Unos segundos después, la gaviota que había aterrizado en mitad de la plaza, saltó a una de las mesas de la terraza, sin perder vista del bizcocho de la turista. Tardó solo un par de segundos en alcanzar la mesa de la mujer rubia, agarrar el bizcocho con el pico y tirar el cremoso café por encima de la camisa blanca de la turista al alzar el vuelo, con el dulce en el pico.

No pudo evitar una risa bastante estridente. Sabía que pasaría, pero siempre era divertido verlo. La mujer rubia la fulminó con la mirada.

-Vaya falta de respeto.

-La culpa es suya -respondió sin darle mucha importancia-. Además, antes de hablar de respeto, aprenda modales. Los camareros no son sus esclavos, son camareros y están trabajando, pero no para usted, y se merecen ser tratados con respeto.

Amanda salió a la terraza nada más ver el desastre, y se encontró con la aguda respuesta de su amiga. Aunque hubiese querido, no habría podido evitar esa sonrisa divertida y sincera.

-Cielo, supongo que tienes un rato -le entregó un billete-. Quédate el cambio.

-Pero...

-Eh, las vacaciones acaban de empezar y ya aguantas bastante a gente sin modales -sonrió-. Te lo mereces.

-Gracias.

-¿No vas a hacer nada? -interrumpió la turista-. Atrapa a esa ladrona.

-¿Le han robado el bolso? Puedo llamar a la policía.

-No mujer -intervino Lucía-, creo que pretende que vayas detrás de una gaviota que le ha robado el bizcocho y le ha tirado el café por encima por estar pendiente del móvil. 

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