Todos tenemos miedo de algo, los miedos hacen que tu vida esté protegida, el miedo es algo muy inteligente, un mecanismo de protección contra cosas que podrían hacernos daño. Si tienes miedo de un tren, no cruzas la vía en el último segundo. Pero el miedo también es peligroso porque atrae criaturas extrañas de mundos distantes.
Los comedores de sueños son seres informes, con ojos rojos encendidos y dientes muy largos. Parece aterrador, y lo es, pero no porque vaya a morderte con sus dientes como cuchillas, no tiene nada que ver con eso. Esos repugnantes seres son como los dementores de Harry Potter, pero con sueños. Se alimentan de cada sueño alegre que tienes, de cada caricia con el ser que amas y que solo puedes tener con los ojos cerrados, de cada momento en que, mientras duermes, eres realmente feliz y, al igual que los dementores, lo hacen hasta que solamente te quedas con tus peores pesadillas, con el miedo de salir corriendo porque algo te persigue o con cosas más banales como arañas o serpientes.
Descubrí estas criaturas la noche que tuve la pesadilla más aterradora, más realista y más horrible que recuerdo. Prefiero no contarte de qué se trata, pero sí recuerdo luchar por despertarme, realmente pelear por abrir los ojos, y cuando al fin lo conseguí, vi una sombra gigantesca sobre mí, con dientes largos y afilados y unos orbes blancos llenos de líneas rojas que no tardé en comprender que eran ojos. Me estaba mirando, por un momento creí que estaba soñando, y entonces sentí algo frío en mi espalda, una gota de sudor resbalando por mi piel, y me di cuenta de que estaba despierto. No pude evitar gritar, y eso debió asustar a la criatura lo suficiente como para que huyese.
Me pasé las siguientes tres noches sin dormir, aterrorizado con la idea de que volviese, pero finalmente el sueño me venció cuando estaba viendo una película de los 80. Me sorprendió mucho despertarme y darme cuenta de que había dormido bien, de que no había tenido horribles pesadillas, y eso espoleó mi curiosidad.
Así que empecé a investigar, repasando cientos y miles de libros sobre ocultismo, hasta que, en un viejo libro que encontré en un bazar, finalmente encontré una imagen de la criatura que había visto aquella noche. Era exactamente como la recordaba, y eso casi me hizo soltar el libro, pero me armé de valor y empecé a leer. Así me encontré con toda la información sobre esos seres, como encontrarlos y cómo espantarlos. Sí, ya sé que técnicamente son inofensivos, que no matan a nadie, pero sí que pueden llevar a un hombre cuerdo a la locura.
Ahora sé que no pueden morir, pero sí puedes protegerte de ellos. Si tienes cerca de ti un amuleto, algo que aprecies, y duermes con ello, no pueden atacarte, estás protegido contra las criaturas que se alimentan de sueños, de esperanzas y de pasiones.
Buenas noches.
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